En la sección de Actividad física de este blog a veces comentamos libros de ficción relacionados con el correr porque consideramos que pueden ser inspiradores y motivadores. Por eso hasta ahora habíamos escrito sobre “La media distancia” o “Misterio en el maratón”, y en esta ocasión retomamos esa fórmula para referirnos a “Correr”. Se trata de una biografía novelada del legendario atleta checo Emil Zátopek, apodado la Locomotora Humana. La obra fue escrita por el francés Jean Echenoz en 2008.

El libro ofrece la oportunidad de acercarse a una de las mayores leyendas de la historia del atletismo. Esto se debe, en primer lugar, a sus impresionantes resultados deportivos ya que, a lo largo de su vida, fue capaz de batir hasta 18 récords mundiales en diferentes distancias. Y, además, su nombre está inscrito con letras de oro en la historia de las Olimpiadas, pues en los Juegos de Londres de 1948 obtuvo la medalla de oro en 10000 m y la de plata en 5000. Sin embargo, su gran hazaña la realizó en la siguiente Olimpiada, la de Helsinki de 1952, cuando ganó las pruebas de 5000, 10000 y maratón. Una proeza deportiva que nadie más ha vuelto a repetir desde entonces y que le convierte en uno de los mejores corredores de toda la historia.

Pero es que, además, el atleta checo destacó por su forma poco convencional de galopar. Efectivamente,  se podría decir que Zátopek corría de una manera heterodoxa, casi contraria a todas las reglas de la misma. Sus movimientos eran descoordinados y poco regulares; movía brazos y cabeza descontroladamente y daba muestras continuas de sufrimiento en la cara y cuerpo que parecían transmitir la sensación de que iba a caer desfallecido en la siguiente zancada. Y, a pesar de todo ello, logró ser el mejor corredor de su época.

Igualmente, sus técnicas de entrenamiento no eran nada ortodoxas y es ahí donde puede radicar el interés para un corredor amateur. Podríamos decir que el checo que rompía todas las reglas explícitas e implícitas sobre como entrenar:

-Recorría distancias mucho mayores que el resto de sus competidores.

-Hacia los entrenamientos al máximo en vez de reservarse para cuando participara en pruebas oficiales.

-Entrenaba muy a menudo en fatiga.

-Incluso hacía algunos entrenamientos con las gruesas y pesadas botas militares o en terrenos complicados.

De todo lo explicado hasta ahora se puede extraer la conclusión de que su filosofía de entreno consistía en forzar el cuerpo hasta el límite para que luego las carreras le resultaran más fáciles. Como indica Echenoz “al parecer ha sabido disciplinar ese corazón y esos pulmones, capacitarlos para los esfuerzos de velocidad más próximos y para recuperarse igualmente deprisa” (páginas 53-54). Una forma de trabajo que está al alcance de muy pocos porque requiere de una fuerza de voluntad sobrehumana y también una capacidad de aguantar el dolor muy por encima de la media.

En cuanto a su biografía, el libro comienza contando como el protagonista descubrió su vocación cuando participó, obligado y a disgusto, en una carrera organizada por la fábrica en la que trabajaba en su pueblo natal. No solo la ganó, sino que, además, le sirvió para descubrir la pasión a la que dedicaría su vida. En efecto, a partir de ese momento se dedicó a entrenar por su cuenta sin patrocinador, sin entrenador, sin método y con un equipamiento deportivo casi prehistórico. Y, por supuesto, sin dietista, ni masajista, ni preparador físico. Lo que parece demostrar su implicación, ilusión y amor a correr. Con esas condiciones empezó a superar una y otra vez el récord nacional de las diferentes distancias y a llamar la atención del mundo del atletismo.

En 1948 se produjo su participación en los Juegos Olímpicos de Londres, donde consiguió la medalla de oro en la distancia de 10.000 y la de plata  en los 5.000; lo que supuso la primera medalla de oro del atletismo checo. Y, de esta forma, inició su reinado, pues, como señala el autor del libro, “desde su primer triunfo en los Juegos de Londres, a los veintiséis años, nadie ha sido capaz de igualarlo. Durante los seis años, los dos mil días siguientes, será el corredor más rápido de la Tierra en largas distancias” (páginas 90-91).

Así, poco después compitiendo en su región natal batió el récord del mundo de los 10.000 metros, lo que le vale el ascenso a capitán. Sin embargo, a partir de esos momentos empiezan sus problemas con el régimen comunista que le impide competir en el extranjero por miedo de que pudiera aprovechar la ocasión para no volver, como había ocurrido con otros precedentes. A pesar de ello, Emil Zátopek sigue batiendo récords y, por ejemplo, es el primero hombre capaz de bajar de la hora en la distancia de 20 kilómetros. Una hazaña que quizás sea equiparable a la lograda por Eliud Kipchoge al bajar de las dos horas en maratón en 2019.

A continuación, llegan las Olimpiadas de Helsinki de 1952 y para sorpresa de todos y enfado de bastantes, el corredor decidió competir en 5000, 10000 y maratón. De manera que Zátopek tenía que afrontar tres pruebas que suponían correr 57 kilómetros en el plazo de 10 días.

Después de lograr esa proeza histórica, fue recibido como un héroe en su patria aclamado por multitudes, se le concedió la Orden de la República y se le ascendió de capitán a comandante.

Posteriormente, volvió a batir el récord de cinco y diez mil metros. Sin embargo, a partir de este momento este atleta con aura de invencible empezó a alternar las victorias con las derrotas. Para adaptarse a la nueva situación, decidió renunciar a la distancia de 5000, que se había vuelto una prueba demasiado rápida para él. Eso no impide que vuelva a recuperar el récord de los veinticinco kilómetros, un mes después de perderlo. Lo que supone lograr la impresionante hazaña de que “posee de nuevo todos los récords del mundo de fondo, desde el seis millas hasta los treinta kilómetros” (página 117).

Echenoz cuenta como se celebran las Olimpiadas de Melbourne en 1956 y la Locomotora Humana tomó la decisión de participar solo en la prueba de maratón. El día indicado para la disputa de la carrera, las condiciones atmosféricas eran terribles debido a un calor asfixiante, y el recorrido dejaba mucho que desear. Emil logró terminar sexto tras estar a punto de abandonar y cuando llega a la meta se derrumba física y psicológicamente.

A la vuelta a su país le volvieron a ascender, esta vez a coronel y le nombran director de deportes en el ministerio de Defensa. Sin embargo, en esta ocasión estas medidas parecen un premio honorífico para poner un broche de oro a una brillantísima carrera.

Posteriormente, en 1968 Emil apoyó el intento de democratización y liberación del régimen checoslovaco protagonizado por el mandatario Alexander Dubeck y se opuso públicamente a la invasión de su país por las tropas soviéticas. Como consecuencia de ello, se tomaron importantes represalias políticas y económicas contra él. Así, el corredor fue destituido de su cargo del ministerio, se le expulsó del Partido, se le dio de baja en el ejército y se le prohibió residir en Praga. Poco después fue enviado a trabajar a una mina de uranio, donde existía una peligrosa contaminación. Allí estará durante seis años hasta que las autoridades decidieron que volviera a la capital para trabajar de barrendero. Sin embargo, debido a las numerosas y entusiastas muestras de apoyo y afecto que recibe en Praga, se le envía a trabajar al campo otros dos años. Al cabo de este tiempo se le obliga a firmar un documento retractándose de las posturas políticas que había mantenido en el pasado. Después de ello le darán un puesto de archivista en el sótano del Centro de Información de los Deportes.

Terminamos este artículo recomendando esta aproximación a la vida de Emil Zátopek, esa figura  ya no solo del atletismo, sino del deporte en general que se encuentra a la altura de mitos como Muhammad Alí, Pelé o Michael Jordan. La lectura de este libro hará vibrar no solo a corredores y seguidores del atletismo, sino también a cualquier persona que quiera disfrutar del motivador espectáculo de la grandeza del espíritu humano.

Luis Gállego

Estatua de Zátopek en el Museo Olímpico de Lausanne (Suiza)

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