Traemos al blog la sugerencia de una serie televisiva que propone una peculiar forma de vivir en el campo. Se trata de la serie norteamericana titulada “Unplugged Nation”, que ha sido traducida al español como “Desconexión total”. Es una producción de A&E de la que hasta ahora se han rodado dos temporadas en 2015 y 2016. En España ha sido emitida hasta el momento por Euskaltel y por Movistar.
El programa es un reality show en el que, en cada capítulo, una familia abandona el lugar donde ha vivido hasta entonces y durante unos días intenta vivir desconectado. Entendiendo por esto un estilo de vida basado en ser autosuficientes económica, energética y alimenticiamente, vivir mucho tiempo al aire libre y no seguir formando parte de la sociedad digital. Para lograrlo cuentan con el asesoramiento y ayuda de Jay Gruen, que se define a sí mismo, como un experto en construcción, reciclaje y reutilización.
Cada capítulo empieza a forma de prólogo con la frase pronunciada por Jay: “¡Nadie dijo que esto fuera fácil!. ¡Si no puedes soportarlo, vuelve a la ciudad!”. Luego una frase en off asegura que. “Hay muchas familias estadounidenses que deciden abandonar la vida urbana”. Y la voz de un hombre añade en la primera temporada: “Quiero alejarme de todo esto y desconectar de la vida frenética. Quiero trabajar la tierra y mantener a mi familia”. A lo que la voz en off añade: “Quieren ser autosuficientes para vivir una vida en la naturaleza y sin facturas. Buscan una propiedad ideal en un emplazamiento alucinante para saber si vivir desconectado es lo que querían”.
A continuación la familia que protagoniza cada capítulo visita tres casas situada en un mismo estado y elije una para probar a vivir en ella durante unos días mientras son filmados por el equipo.
En todas las ocasiones las casas en las que residirán se encuentran aisladas, tienen estilos que alternan entre tradicional, rustico e, incluso, moderno y futurista y con unas vistas que oscilan entre buenas e impresionantes.
La primera cuestión que hay que resolver para ser autosuficientes es el aprovisionamiento de agua potable que casi siempre se consigue con pozos, aunque en otros casos se obtiene de algún lago o río cercano y, en los emplazamientos más complicados, usando el agua de lluvia.
También es importante la obtención de energía que, en la mayoría de los casos, se logra con energía solar, que en algún capítulo se define como la piedra angular de este sistema de vida. Sin embargo, también hay otros medios energéticos alternativos como la hidráulica o eólica, propano, chimeneas o, incluso, fuentes pasivas de calor, que consisten en que las paredes se calientan por el sol, las corrientes de aire o la chimenea e irradian ese calor al resto de la casa.
En cuanto a la obtención de la comida es lo que más tiempo ocupa a los protagonistas y lo que quizás sea más atractivo de la serie. Los medios son muchos: algunos cultivan huertos, campos o jardines; otros crían animales (gallinas, patos, codornices conejos, cerdos, etc.); otros pescan o cazan su propio alimento. Respecto a esta última actividad, Gruen es muy claro: “Vas a cazar un animal. Y le debes a ese animal saber disparar y disparar bien. Debe ser lo más rápido y lo menos doloroso posible”.
Además, la serie brinda la oportunidad de descubrir y contemplar impresionantes parajes naturales de Estados Unidos que van desde la tropical Hawai hasta el entorno casi desértico de Tucson (Arizona) o desde valles de California hasta las montañas de Carolina del norte.
A lo largo de los sucesivos capítulos queda de manifestó también que poder llevar una vida desconectada no sólo depende de las técnicas y herramientas utilizadas, sino también de las actitudes de los que la emprenden: como ser entusiasta, aceptar los retos que se van presentando y no echarse atrás o de estar dispuesto a aprender algo nuevo cada día.
No obstante, la serie adolece, en determinados momentos, de un excesivo sentido del show. En ese sentido a menudo las propuestas que hace Jay para conseguir comida y cocinar resultan demasiado rocambolescas y poco prácticas en el día a día. Por ejemplo, en una ocasión construye un mecanismo de noria accionado por la corriente del río para asar la comida, y el espectador piensa que si cada vez que tenga que comer esa familia debe construir ese artilugio, se van a acabar muriendo de hambre. Cuando lo que requieren las personas que viven aisladas es precisamente lo contrario, soluciones sencillas y útiles en la vida cotidiana, en las que se emplee poco tiempo y energía para poder dedicarse al resto de las tareas.
Por otra parte otra crítica que se puede efectuar a la serie es que refleja el lado más amable de esta forma de vida pues nunca se ve a estas familias afrontar lluvias torrenciales, heladas o nevadas, sequías o alguna plaga en cultivos o animales.
En cualquier caso esta producción televisiva tampoco cae en una visión completamente idílica e idealizada de este estilo de vida porque aborda también algunos de los peligros potenciales que conlleva. El principal de ellos quizás sea que, vivir en medio de naturaleza, conlleva también convivir con animales que pueden ser peligrosos como osos, lobos, pumas, coyotes, jabalíes o muy molestos: arañas, tarántulas, ciempiés, cucarachas, mosquitos o garrapatas.
Para terminar diremos que merece la pena ver esta serie que ayuda a que reflexionemos sobre la vida que llevamos en las ciudades y las opciones que pueden existir para cambiarla.








