Traemos al blog la noticia del libro “La postura de la meditación. Manual práctico para meditadores de todas las tradiciones” de Will Johnson porque consideramos que constituye una útil ayuda para aquellas personas que, como nosotros, consideramos que la meditación favorece la salud física y mental.
En este libro se comienza constatando que las instrucciones básicas para meditar son muy parecidas en todas las tradiciones. “Estas instrucciones suelen revestir la siguiente forma: Siéntese con la espalda derecha y el cuerpo relajado. Permanezca muy quieto y respire con soltura y naturalidad” (página 18).
Y se defiende que conseguir la postura de meditación es importantísimo porque “en estas posturas las energías sanadoras del cuerpo y la mente se activan de forma natural y el proceso de transformación se inicia espontáneamente” (página 19).

A partir de esta base el autor defiende que la postura de meditación debe reunir tres cualidades: ALINEACION, RELAJACIÓN Y ELASTICIDAD y dedica un capítulo a cómo conseguir cada una de ellas y a los efectos que provocan.
 
Alineación
Los efectos positivos de una postura alineada durante la meditación son: poco esfuerzo para mantenerse, poco gasto energético, relajación muscular y conciencia alerta.
Para conseguirla Will Johnson propone tres gestos básicos:
 
1) La pelvis ha de elevarse por encima de las rodillas.
 
2 El extremo inferior de los isquiones o incluso un punto situado ligeramente por delante debe estar apoyado en el cojín o la banqueta.
 
3) La parte superior del torso debe quedar equilibrada con el menor esfuerzo posible sobre la base estable creada por los dos primeros gestos.
 
Esta postura lo que consigue es la recuperación del estado natural innato del ser humano. Y su consecuencia es que la persona que medita adquiere un claro tono sensorial de naturalidad y autenticidad.
 
Relajación
Uno de los beneficios de la relajación es que setiene una experiencia más fácil y precisa de los componentes de la realidad (sensaciones, visiones, sonidos, gustos, olores), lo que permite que se alcancen niveles más profundos de conciencia de dicha realidad.
Otro efecto positivo de la relajación es el enraizamiento, la conexión con la tierra. Ésta se logra cuando el campo energético del cuerpo se fusiona con el campo gravitatorio de la tierra.
Se termina lo expuesto con unos comentarios prácticos en los que se explica cómo conseguir la relajación. Lo primero que se señala a ese respecto es que se consigue cediendo, rindiéndose a fuerzas superiores. Pretender forzar la relajación es una contradicción en términos. En ese sentido se propone que se relaje cada parte del cuerpo como si fuera un objeto que un niño sostiene en la mano y simplemente suelta. También se puede sentir que la tensión cae igual que se desliza el agua por el cuerpo en la ducha. También sirve visualizar el cuerpo como un junco de bambú hueco por el que circula la energía libremente según sus propias necesidades.
 
Elasticidad
En el siguiente capítulo se analiza el tercer aspecto o cualidad que debe tener la postura de meditación: la elasticidad.
Así se comienza aclarando que la quietud de la meditación no debe confundirse con la inmovilidad o la rigidez. Frente a eso se defiende que se debe mantener una elasticidad sutil a medio camino entre la inmovilidad impuesta y el movimiento continuo. Por ésta se entiende la aceptación y luego la entrega a las fuerzas de la naturaleza que se mueven en nuestro interior: la fuerza de la gravedad, las sensaciones del cuerpo y el movimiento de la respiración.
En la parte de ejercicios de este capítulo se recuerda que el estado de elasticidad está relacionado con permitir y soltar y no con manipular y forzar. En el caso de la meditación ésta se puede experimentar respecto a tres procesos:
-la respiración.
-la fuerza de gravedad.
-la corriente de sensaciones corporales y contenidos mentales.
 
 
En la segunda parte del libro se propone que se incorpore en la vida diaria la misma calma y conciencia que se experimentan durante la práctica de la meditación. También se vuelve a indicar que uno de los beneficios de meditar “es que dejamos de lado nuestro ritmo de vida, así como nuestras rutinas habituales, y nos ralentizamos considerablemente. Volvemos a prestar atención a los acontecimientos básicos de nuestra vida, unos fenómenos absolutamente extraordinarios a los que, sin embargo, damos casi enteramente por hechos: la acción de respiración, la aparición y disolución de sensaciones corporales, el teatro de la mente, los sentimientos y emociones” (página 119).
Para lograrlo es necesario incorporar la alineación, relajación y elasticidad a nuestra vida cotidiana.
La alineaciónpermite hacer las cosas de forma más sencilla y eficiente. Esto se debe a que el campo gravitatorio refuerza y sostiene el campo energético del cuerpo cuando está alineado.
Por relajación se entiende hacer las cosas del modo más fácil posible. Para saber si se encuentra uno en ese estado hay que saber identificar y reconocer las sensaciones que lleva asociado.
Respecto a la elasticidad se indica que es mayor cuanto más relajado se encuentre el cuerpo. Eso se manifiesta en una mayor naturalidad, coordinación y gracia. Si se mantiene esta elasticidad, se instala el cuerpo en un sutil movimiento continuo que, en vez de agotar, mantiene fresco y vibrante porque implica vitalidad. Por el contrario, intentar mantener el cuerpo artificialmente quieto supone un esfuerzo agotador. Y esta sujeción del cuerpo provocará que se alimente el monólogo interior y que se refuerce la visión temerosa y estrecha del mundo que al monólogo le gustaría convencernos de que es una representación fiel de la realidad.
Will Johnson termina su libro recordando que no existe una postura de meditación perfecta a la que haya que aproximarse e incorporar. Por el contrario existe la postura apropiada para cada cuerpo ya que todos son distintos.
También se vuelve a explicar que la postura de meditación no es un objetivo a conseguir, sino un proceso en desarrollo.
Ese proceso permite deshacer los nudos físicos o psíquicos que hemos acumulado a lo largo del tiempo. La tarea es poner el proceso en marcha mediante la práctica meditativa elegida y dejar que nos afecte y transforme.
En definitiva, “la postura de meditación nos permite conectar con la verdad de nuestra situación, cualquier que ésta sea. Si conectamos con esa verdad, el proceso de liberación no tiene más remedio que ponerse en marcha” (página 140).
Terminamos recomendamos este libro a cualquier persona por la sencillez de las ideas que expone, su capacidad de síntesis y la capacidad motivadora que tiene.

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